Vincent van Gogh

Vincent van Gogh

Van Gogh

Vida y obra.

Vincent Willem van Gogh, uno de los pintores más influyentes y reconocidos del mundo, maestro del posimpresionismo (quizás el más grande de todos los vanguardistas), vivió una vida marcada por su fuerte temperamento, sus fracasos, la tragedia y la incomprensión. Aunque sus pinturas se encuentran entre los objetos más preciados hoy en día, durante su vida fue su obra prácticamente ignorada. Aquí exploramos su biografía desde sus padres, su relación con la religión y sus intentos fallidos de convertirse en pastor en Holanda y en Bélgica, su carrera artística, sus decepciones amorosas, las teorías contemporáneas sobre su trágica muerte y sobre su salud mental observada desde hoy con la holgura que nos regalan los años y con las herramientas y experiencia que a finales del siglo XIX no existían.


Padres y hermanos.

Vincent van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zundert, un pequeño pueblo holandés, hijo del austero ministro rural Theodorus van Gogh y Anna Carbentus.

Theodorus, un pastor calvinista, también era hijo de un pastor de la misma denominación, lo que subraya la fuerte influencia religiosa en la familia.

Anna, una de las hijas de Willem Carbentus (quien fue el que encuadernó la primera constitución holandesa) casado en el otoño de 1815, dos años después que los holandeses finalmente expulsaron a los franceses de Holanda, con su madre llamada Anna Cornelia van der Gaag, en La Haya.
Anna Carbentus van Gogh temperamental y nerviosa, se casó con Theodorus a cuatro meses de cumplir treinta y dos años, el 21 de mayo de 1851. Sufrió la muerte de su primer hijo, algo de lo que nunca se recuperó, también llamado Vincent Willem, quien nació muerto en 1852. Esta tragedia dejó una marca indeleble en la familia y en Vincent, que nacería al poco tiempo después. Fue justamente a él, a quien le tocó llevar el peso del rechazo de su madre durante toda su vida y el nombre de su hermano muerto.

De los seis hijos de Anna y Theodorus, Theo, cuatro años menor que Vincent, fue quien compartió un vínculo inquebrantable con él. Es con su hermano menor con quien muchas veces se escribirá a diario, el mismo que correrá y alcanzará a acompañar a Vincent en sus últimas horas, el día del fatídico accidente con la pistola de los hijos del farmacéutico de París.


Decepciones amorosas y relaciones familiares.

Van Gogh siempre tuvo una relación conflictiva con las mujeres y su familia. Su relación con su madre fue complicada por el rechazo que sintió desde niño. Sus intentos de encontrar una esposa también fracasaron, como con Ursula Loyer y su prima Kate, quienes lo rechazaron. Su relación más conocida fue con Clasina Hoornik, una prostituta alcohólica enferma de sífilis, que terminó en desastre debido y al complejo de salvador del pintor y al sentirse muchos días como un hijo no deseado. Las presiones y el cuidado de sus familiares finalmente lo sacarán de este lío.


Intentos de convertirse en pastor y fracasos religiosos.

Desde joven, Vincent mostró una profunda inclinación religiosa. En 1869, a los 15 años, debido a las dificultades financieras de su familia, se vio obligado a dejar la escuela e ir a trabajar en "Goupil and Cie.", la casa de arte más grande de Europa. Aunque estaba rodeado de arte, Vincent siempre sintió una llamada espiritual. En 1876, después de siete años en Goupil, fue despedido y decidió dedicarse a la religión, enseñando en una escuela metodista y predicando en la congregación. Sin embargo, sus métodos poco convencionales y su negativa a conformarse con las expectativas académicas, como rechazar los exámenes de latín porque, como dijo él a los examinadores, "Los pobres no hablan latín", le impidieron ingresar a la Facultad de Teología en Ámsterdam.

En el invierno de 1878, se ofreció como voluntario en la empobrecida región minera de Borinage en Bélgica. Allí, su fervor religioso y su sacrificio personal lo llevaron a ser llamado "El Cristo de las minas de carbón". Sin embargo, el comité evangélico lo rechazó nuevamente debido a su estilo de vida, considerándolo indigno para un hombre de Dios.


París y los impresionistas.

En 1886, Vincent se mudó a París para vivir con Theo (su hermano). Allí, conoció a los impresionistas como Monet, Lautrec y Gauguin. Aunque su estilo evolucionó con colores más brillantes, mantuvo su ética de trabajo holandesa, pintando sin cesar. Su tiempo en París fue crucial para el desarrollo de su técnica y estilo, culminando en obras maestras como "Terraza de café por la noche" y "Noche estrellada sobre el Ródano".

Recomendado y financiado por Theodorus van Gogh, que en ese tiempo se había convertido ya en un gran marchante de arte de la "Goupil and Cie.", llegó Vincent a vivir a la ciudad de las luces. Allí conocerá a los más famosos pintores vanguardistas de la época ("El grupo Batignolles"), todos ellos compartían el mismo marchante de arte a saber, Theo. Cada día, como un ritual, salían a pintar por la mañana y por la tarde se reunían todos a tomar café en el famoso establecimiento de la avenida Clichy en el distrito número diecisiete de París, llamado "Café Guerbois", desaparecido hoy en día y reemplazado por una tienda de ropa para caballeros. A este peculiar grupo se unirá más tarde nuestro pintor holandés, con los cuales intercambiará ideas, tomará café y acabará discutiendo con ellos por su falta de profesionalidad. Entonces, ¿debemos pensar que la idea original de Theo de reunir a Vincent con este grupo peculiar no sirvió para nada? Desde este momento el maestro holandés del posimpresionismo cambiará radicalmente su manera de pintar, la influencia de este grupo de París, más el arte japonés llamado, Ukiyo-e y su propia destreza se mezclarán y acabará plasmando para siempre en la historia del arte y el mundo algo completamente nuevo. Los impresionistas pintaban durante el día y solo cuando tenían en el cielo un sol esplendente porque estaban obsesionados con pintar la luz, Vincent hará lo mismo, pero él, en cambio, buscará retratar en el lienzo el tenue, dulce y aterciopelado brillo de la noche, un trabajo solo para genios. Este acercamiento a la pintura acabará materializándose en grandes obras de arte como "Noche estrellada sobre el Ródano" o "La noche estrellada".


Muerte y teorías contemporáneas.

Vincent murió el 29 de julio de 1890, a los 37 años, en los brazos de su hermano querido Theodorus, después de que una bala acabara alojada en su pecho. Su muerte ha sido objeto de muchas polémicas. Recientemente, los abogados y biógrafos Steven Naifeh y Gregory White Smith, ganadores del Pulitzer, después de una investigación de años, usando métodos modernos y entrevistas en el campo, niegan el suicidio como causa del deceso y apuntan a un homicidio involuntario provocado por dos jóvenes. Esta hipótesis se basa en el estudio de todas sus cartas, en las inconsistencias en los testimonios, el análisis de los reportes policiales y del médico y una entrevista con uno de los supuestos responsables hecha años después.

Hoy en día, se cree que Vincent sufría de trastorno bipolar, caracterizado por episodios largos de manía y depresión. Sus cartas revelan un hombre con una profunda sensibilidad y lucha interna, siempre en busca de sentido y a su vez encontrando mucho consuelo en el arte. Su exposición a los vapores de la trementina y el envenenamiento por plomo pudieron haber exacerbado su condición, llevándolo a comportamientos erráticos y confusos, o no.

Vincent van Gogh es una figura impresionante y trágica, cuya vida estuvo marcada por la lucha constante, tanto interna como externa. A pesar de sus desafíos, dejó un legado artístico que trasciende el tiempo, capturando la esencia de la humanidad con una intensidad que pocos artistas han logrado. Su historia es la historia de un espíritu creativo viviendo en medio de muchas adversidades y a veces muy incomprendido. Sus pinturas siguen inspirando a millones de personas y conmoviendo ya, a muchas generaciones.