
Suprematismo
El suprematismo, fundado por Kazimir Malévich en 1915, es un movimiento artístico que se centra en la abstracción geométrica pura. Este movimiento nació en respuesta a las tendencias del cubismo y el futurismo, buscando trascender la realidad objetiva para alcanzar una expresión espiritual a través de formas básicas como círculos, cuadrados y líneas. Malévich creía que el arte debía liberarse de las restricciones del mundo material, proponiendo que la verdadera esencia del arte residía en la supremacía de la sensibilidad pura.
El suprematismo influyó profundamente en el desarrollo del arte abstracto y el constructivismo, destacando la importancia de la estructura y la composición sobre la representación figurativa. Además de Malévich, otros dos pintores representativos del suprematismo son El Lissitzky y Aleksandr Ródchenko. El Lissitzky, conocido por sus obras que combinan arquitectura y pintura, expandió las ideas suprematistas a través del diseño gráfico y la propaganda. Ródchenko, por otro lado, adoptó y adaptó los principios suprematistas en su trabajo fotográfico y escultórico, contribuyendo significativamente al constructivismo.
El suprematismo también dejó una marca duradera en movimientos posteriores como el arte minimalista y el arte conceptual, enfatizando la idea de que menos es más. La influencia del suprematismo puede verse en la obra de artistas como Piet Mondrian y Vasili Kandinski, quienes también exploraron la abstracción geométrica. El suprematismo redefinió la relación entre el arte y la percepción, desafiando a los artistas y al público a buscar significado y belleza en la simplicidad y la pureza de las formas.